A lo largo del año pasado he hablado bastante acerca de planificar, de tener una visión de futuro cuando de finanzas se trata. El dinero no crece cuando descansa, el dinero crece cuando cual músculo de un sistema, se pone a trabajar. Cada vez que invertimos dinero, estamos poniendo ese dinero a trabajar, ya sea a través de otros o de nosotros mismos. Sin embargo, para muchas personas el hecho de que ese trabajo pudiera no resultar como lo esperado, genera angustia y aversión al riesgo, lo cual es totalmente contraproducente para un sano comportamiento financiero.