Mucho se habla de las nuevas tecnologías como herramienta para acceder fácilmente a cualquier tipo de información, que al alcance de una computadora o un teléfono celular podemos tener datos que nos ayuden a mejorar la calidad de vida a través del acceso a las fuentes públicas y tener una incidencia real al momento de demandar una mayor calidad de la gestión en los recursos y de la ejecución de los mismos. Hace menos de seis meses, la Secretaría Nacional de Tecnologías de la Información y Comunicación presentó la encuesta sobre acceso y uso de Internet en el Paraguay, donde revela que el 90% de los paraguayos tenemos acceso a Internet. La encuesta arrojó que el 67,3% de los menores de 12 años utilizan Internet para jugar; el 31,6%, para ver películas o series; el 28,5%, para hacer tareas; el 11,9%, para utilizar redes sociales; el 6,7%, para mirar videos infantiles, YouTube; el 3,1%, para WatsApp; el 2,6%, para usar correo electrónico, y 1%, para ver videos chistosos. Los datos nos demuestran que todavía necesitamos trabajar tenazmente en la educación de las nuevas herramientas digitales para un mejor aprovechamiento de las mismas formando una generación de personas que puedan pasar del divertimento a una acción mucho más comprometida de contraloría e incidencia, ayudados por estas nuevas herramientas que nos brinda el mundo virtual, a exigir mejor educación, salud, seguridad, trabajo, por citar algunas prioridades. En el año 2002, se reunieron en Roma, responsables políticos, organismos financieros y actores clave en diversas áreas relativas a la información agraria, invitados por la FAO, donde el principal objetivo del encuentro fue la de mejorar la capacidad de los responsables políticos, de los profesionales y del público en general a la hora de acceder y utilizar la información agraria a través de las nuevas tecnologías. En aquel encuentro, Francisco Pérez-Trejo, responsable del centro de información agraria mundial de la FAO, dijo: “La información ha tomado una dimensión política. Gracias a Internet, la información está disponible en todo el mundo, pero esto no significa que las personas estén bien informadas. Por eso la gestión de la información es tan importante”. Una de las conclusiones a que llegaron en aquel encuentro, hace dieciséis años atrás, hace referencia puntualmente a problemática de la “brecha digital”. Para evitar que se ensanche aún más la brecha entre la población urbana y rural, trabajaron arduamente en hacer que las nuevas tecnologías lleguen a sectores que no tenían posibilidad de acceder igualando las oportunidades de acceso a la información y hacer que la distancia, no solo de la información sino de la desigualdad no aumente. Es importante que la gente se dé cuenta de que el uso de la tecnología es como aprender a leer y escribir, no se trata de consumir, sino también de producir. La tecnología no es algo lejano, convivimos con ella día a día, y es importante acercarla a cuanta más gente sea posible. Tenemos el acceso a Internet, ahora solo falta aprender a usar inteligentemente esta herramienta y solo será posible con una política pública que busque orientar a los ciudadanos a mejorar el uso de los portales de acceso a la información pública.