Desde la aparición del Internet, el mismo se ha convertido definitivamente en una parte imprescindible de nuestro accionar diario. De tener una conexión física fija en sus inicios, con el transcurrir del tiempo, la aparición del Wi-Fi, que es una tecnología que posibilita la interconexión inalámbrica de distintos dispositivos electrónicos, se ha expandido y ha pasado de ser un simple método de conectividad a desempeñar un rol estratégico para las comunicaciones entre los usuarios finales de este servicio.