El acceso a una vivienda digna es un derecho humano cuyo cumplimiento está lejos de muchos paraguayos. En el territorio nacional aproximadamente un millón y medio de familias no tienen viviendas o viven en lugares que no cuentan con todas las condiciones para una vida digna. Esto sin duda constituye otro desafío más para el nuevo gobierno.
Además del déficit en sí mismo, la falta de financiamiento y de planificación urbana a largo plazo son problemas del sector de viviendas que deberían ser tenidos en cuenta.
El déficit habitacional es según la Cepal “la brecha existente entre los requerimientos y la disponibilidad de viviendas adecuadas en una sociedad”. Este déficit se divide en cuantitativo, es decir, las necesidades de nuevas viviendas, y, el cualitativo que implica las necesidades de mejoramiento y/o ampliación de las viviendas existentes.
El acceso a servicios básicos, los materiales utilizados y el espacio disponible en relación a la cantidad de personas que viven en la misma, son cuestiones que se consideran para evaluar si una vivienda es digna de acoger y proteger a una familia.