Por Edgar Hamuy Fretes ABOGADO Estudio Drelichman
Manuel tiene 30 años, desea iniciar su emprendimiento propio. Para ello, conversó con Marta, su esposa, acordaron solicitar un préstamo y constituir su casa propia como garantía hipotecaria para cubrir el mismo. En este caso, al tener una garantía que cubra la eventual falta de pago, Manuel podrá procurar en el mercado un préstamo con muchas mas ventajas, ya que este tipo de operación reduce considerablemente los riesgos para el prestamista.