Sería interesante que quienes están tocando a rebato en defensa del Chaco documentaran con estudios serios por qué hablan de “deforestación salvaje” o de “desertificación”. Exponer la cantidad de hectáreas de monte que son convertidas en tierra de pastoreo o de agricultura no alcanza. Tampoco es suficiente separar -y son muy pocos lo que lo hacen- conceptos como cambio de uso del suelo y deforestación.