El panorama económico para el sector productivo y la cadena que lo sigue es cada vez más desalentador, teniendo en cuenta no solo el impacto que genera la mala cosecha de soja, sino también la inestabilidad que existe a nivel internacional; por un lado, la tensión política comercial entre Estados Unidos y China que hace que los precios de granos estén cada vez más bajos, y, por otro lado, el arancel aplicado ahora por el gobierno argentino a las importaciones de soja paraguaya.

El complejo sojero que incluye los envíos de soja en grano, aceite y harina, reportaron una caída de 32% que en valor significa una merma bruta de US$ 368,8 millones en el primer cuatrimestre de este año respecto al mismo periodo del 2018, según datos del informe sobre comercio exterior del Banco Central del Paraguay.

De enero al mes de abril de este año el complejo exportó por valor de US$ 1.151,6 millones, mientras que en el mismo periodo del año pasado el ingreso de divisas fue por US$ 1.520, 4 millones.

La merma en la producción de este año es el primer y principal problema de la desaceleración económica del país. El ingeniero Héctor Cristaldo, presidente de la Unión de Gremios de la Producción (UGP), señaló que en esta zafra del 10 de mayo de 2019 no se llegó a los 10 millones de toneladas que se obtuvieron el año anterior. Se estima que los rindes rondarían los 8 millones, y que esos dos millones menos de toneladas representan 1.160 millones de dólares menos en ingreso de divisas para el país. “Es evidente que esto no golpeará solo al productor, sino a toda la cadena y también a los prestadores de servicios”, indicó.

Efecto dominó
Los más afectados, además de las industrias, son los que transportan carga, ya sea por vía fluvial o terrestre. El presidente de la Asociación Paraguaya de Camioneros, Ángel Zaracho, manifestó que se espera que los agricultores aumenten la producción de trigo y maíz para compensar las pérdidas, sin embargo, esto dependería de las condiciones climáticas de los próximos meses.