Luego de varios meses de incertidumbre con relación a uno de los factores que pueden definir la competitividad de las industrias como lo es el tributario, en un contexto de menor ritmo de crecimiento económico esperado, se suma ahora a los factores que generan incertidumbre la inestabilidad política generada por los recientes acontecimientos de público conocimiento. Todo esto no hace más que seguir contribuyendo en la generación de expectativas negativas por parte del sector empresarial y restar previsibilidad para el normal desarrollo
de las actividades.