Lorena Barreto @lorennapy

La crisis económica tanto de Argentina como la desaceleración a nivel local, terminó por afectar duramente al sector gastronómico. Nestor Filártiga, de la Asociación de Restaurantes del Paraguay (ARPY), refirió que la caída de la actividad se ubica entre el 30 al 50% desde el 2018 hasta el presente año.

En julio, el rubro esperaba un repunte de la actividad, pero la inestabilidad política terminó por ahogar las expectativas de crecimiento. “Parecía que iba arrancar nuevamente una actividad un poco más interesante, pero se paró todo con el problema político que se generó respecto a Itaipú. Hoy otra vez estamos a la espera de medidas como para que haya un atisbo de reactivación”, manifestó Filártiga.

Filártiga recordó que el rubro logró crecer de forma ininterrumpida por al menos cinco años, pero desde inicios del 2018, cuando la moneda argentina empezó a depreciarse hasta caer a sus niveles mínimos, percibieron de forma más aguda la caída del consumo.

“Los argentinos dejaron de venir, ahí es donde empezó a sentirse. Fue desaceleración todo el 2018, y en este año entramos en recesión”, acotó. Cronológicamente, el presidente de ARPY dijo que a partir de marzo de 2018 empezó la merma de toda la actividad. “Con esta recesión en la que entramos en este quinto mes de decrecimiento, tenemos que ser muy cautos en las decisiones a tomar, porque si se siente en el rubro de supermercados y combustible, en un rubro que corresponde la actividad de ocio, se siente mucho más”, manifestó.

Expresó que, si bien la desaceleración viene golpeando fuertemente al sector, al menos los restaurantes nucleados en la ARPY aún no se vieron obligados a recortar los empleos. Pero en lo que refiere a negocios más pequeños y los informales que dependen del movimiento del día a día, sí se están sufriendo algunos recortes en puestos de trabajo “sin ninguna duda”.

NUEVAS MEDIDAS No obstante, si la economía no muestra signos de recuperación para los próximos meses, hasta las grandes cadenas se verán en la necesidad de tomar las mismas medidas para ajustar los costos.

“No hay otra alternativa. Cuando uno tiene que ajustar costos, lo primero se ajusta todo lo que se puede por fuera de lo que se refiere al personal, por un motivo muy sencillo: es muy difícil capacitar a la gente”, explicó Filártiga al destacar que el personal capacitado es el último activo del cual quiere desprenderse una empresa gastronómica.

“Cuando ya no hay rubros en donde ajustar costos, al final el último ajuste se da por el personal, pero es lo que menos un empresario gastronómico quiere hacer”, sentenció.

MEDIOS DE PAGO Meses atrás, locales gastronómicos tomaron la decisión de rechazar en días determinados los pagos con tarjeta de crédito de las marcas Mastercard y Visa.

Luego de un extenso debate que involucró a instituciones públicas y privadas, los diálogos con la procesadora Bancard continúan sin logros significativos.

“La comisión directiva de la asociación junto con la gente de AMCHA está trabajando en ese sentido. Veremos cómo avanza en estos meses. Depende mucho de que se cambie la ley de tope de intereses de tarjetas de crédito”, puntualizó Filártiga.

El negocio gastronómico observó un crecimiento exponencial en cuanto a los pagos electrónicos. Datos de la ARPY indican que algunos restaurantes de alta gama, la penetración de tarjetas de crédito y débito se sitúan por arriba del 90%.

“En general está por arriba del 50%, cuando que hace cinco a 10 años estaba por el 20%. Hoy la gente ya no sale con efectivo”, manifestó Filártiga.

Al mismo tiempo, mencionó que poco a poco se va introduciendo la modalidad de pagos desde el teléfono celular, para lo cual están adecuando plataformas que permitirán abaratar los costos y agilizar el control de caja.

“Hoy por hoy, si yo quiero hacer una transferencia al restaurante, no es tan fácil que se pueda verificar, pero creo que los bancos van a ir habilitando”, refirió. “Tenemos que encontrar la forma de que el cajero reciba la confirmación y de por pagada la cuenta”.

Desde negocios de comida rápida, hasta restaurantes de alta gama, el gremio estima que existen al menos 1.500 locales gastronómicos formales en Asunción, de los cuales unos 250 pertenecen al segmento medio alto.