La idea de ir adelante con el Instituto Nacional de Estadísticas es una buena iniciativa. Se hace cada vez más necesario independizar la tarea de establecer con exactitud y adecuación a la realidad los números vinculados a los índices de consumo y la evolución de la canasta familiar de precios. Este insumo es básico y excluyente a la hora de establecer el nivel de inflación, un indicador extremadamente importante como variable de la economía.