Los bancos de plaza del país han adoptado una política consistente en no recibir dólares con ciertas características como manchas, aunque sean leves o de series viejas. Esta situación se ha sumado al cobro por depósitos en la moneda extranjera en los bancos. A raíz de esto, gremios empresariales de la frontera hacen saber su descontento a las autoridades como al público en general.