Prof. Lic. Raul De Los Santos Caceres
Las regulaciones gubernamentales han sido parte de los negocios y siempre lo serán. Pero hoy en día, cumplir con dichos lineamientos es más complicado que nunca.
Las regulaciones afectan prácticamente todo, desde la ubicación de oficinas y centros de cómputo hasta el contenido y ubicación de la información del negocio.
Desde cuestiones relacionadas con colaboradores y reportes financieros hasta la oferta de productos y servicios, los proveedores que selecciona y los clientes que atiende.
Las crecientes oleadas de escándalos financieros han impulsado a los legisladores y reguladores a crear reglas estrictas nuevas para transparencia, responsabilidad y gobierno.
Nuevas legislaciones sobre el intercambio de información y privacidad se derivan de la facilidad con la que puede extraerse y transferirse información critica, ya sea por error o intencionalmente.
Las compañías deben cumplir con las regulaciones existentes y emergentes, pero la mayoría de estas no sabe cómo. La confusión es generalmente justificada; los legisladores escriben leyes y políticas que implican, en las organizaciones, la complejidad de implementar programas efectivos para su cumplimiento.
Para hacer las cosas más complicadas, el cumplimiento muchas veces significa apegarse al espíritu y propósito de la ley, no solo su letra; mientras las regulaciones parecen cambiar constantemente.
¿El resultado? La complejidad del cumplimiento llegó para quedarse: Los líderes deben anticipar los cambios y los riesgos asociados, ajustar los procesos, reestructurar las compañías, reconstruir aplicaciones transaccionales y de información ejecutiva, mientras se busca cómo distribuir los recursos limitados entre los programas de cumplimiento y aquellos que agreguen valor.
CAPACIDADES ESENCIALES
Leer entre líneas. Las regulaciones generalmente establecen objetivos de alto nivel, no prescripciones especificas. Hay que estudiar el propósito y su intención.
Simplificar. Reduzca la carga por el cumplimiento y mejore el desempeño general y la confiabilidad por medio de la optimización de operaciones, sistemas e infraestructura. En pocas palabras, elimine la complejidad innecesaria.
Compartir el desafío. Comunique y eduque acerca de las nuevas regulaciones. Aunque la administración y el comité directivo son los responsables directos, hay que establecer una cultura de responsabilidad y cumplimiento a través de la compañía.
Crear una arquitectura enfocada en el cumplimiento. Diseñe y construya procesos, sistemas y estructuras organizacionales que cumplan con las leyes actuales, y que a su vez anticipen la dirección de regulaciones futuras.
Planear a largo plazo. Establezca claramente la propiedad de los procesos y metas para conseguir el cumplimiento. Implemente un plan incluyente y rentable para mantener el cumplimiento a largo plazo.
Mantenerse al día con los requerimientos regulatorios. Tenga un responsable que dé seguimiento a los cambios regulatorios y traduzca las leyes en políticas de negocio, proceso y cambios arquitectónicos.