Raquel Cuevas, ex funcionaria de la Dirección de Análisis Financiero de la Secretaría de Prevención de Lavado de Dinero o Bienes (Seprelad), declaró ayer ante la Comisión Bicameral del Congreso que investiga el supuesto caso de lavado de dinero del prófugo Dario Messer. Manifestó que el primer reporte recibido en 2015 por parte del Banco Nacional de Fomento (BNF), tuvo una calificación de riesgo “medio” porque CHAI S.A. (empresa de Messer) no tuvo una operación efectivamente de dinero. Sin embargo, aseguró que desde ese entonces Messer fue “monitoreado permanentemente”.
En cuanto al Reporte de Operaciones Sospechosas (ROS), emitido por el Banco Continental en el 2016, señaló que en una reunión técnica que tuvo llamó la atención que en el caso del Banco Nacional de Fomento, Messer pudiera “mover” US$ 4.900.000 y que en el otro banco una suma muy superior. Sostuvo que desconoce los criterios tenidos en cuenta en ambos bancos para que el LOA (Limite Operativo Autorizado) fuese tan dis
tinto en ambos casos.
“No guarda relación, o sea, si es una empresa que mueve una cantidad de US$ 5 millones, técnicamente en la otra entidad podría mover semejante suma y no tendría que llamar la atención, ahí tenemos una primera
incongruencia, ínterin, se aguardan las documentaciones de las transacciones que se fueron realizando”, expresó Cuevas. En ese sentido, afirmó que lo que más le llamó la atención fue que ya hace 6 años el dinero estaba en el Paraguay, “operando sin ningún tipo de re
porte”. Señaló que el comité de casos de ROS resolvió a través del exministro, Óscar Boidanich, porque varios integrantes estaban de vacaciones en ese entonces, que se amplié el informe en diciembre. No obstante, en abril vuelve el ministro luego de una serie de even
tos personales que tuvo y la primera medida que toma es la derogación de la resolución por la cual conforma un comité, luego elimina el comité y envía el informe automáticamente, “el que había sido validado en 2017, envía al Ministerio Público”, contó.