LICENCIADA CATHERINE M. TURNES
NUTRICIONISTA - RP 1370
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La anemia por deficiencia de hierro, también conocida como anemia ferropénica (reducción de los niveles de hierro en la sangre), es una de las carencias nutricionales más prevalentes a nivel mundial. Los grupos de población con riesgo de carencia de hierro son los niños de 6 meses a 2 años, los adolescentes y las mujeres en edad fértil, durante el embarazo y la lactancia. Aunque el tratamiento principal de la anemia ferropénica es la administración oral de hierro, también es recomendable aumentar la ingesta de alimentos ricos en este nutriente y asegurar su máxima absorción. El grado de absorción del hierro depende de los niveles iniciales que tenga la persona, cuanto menores son los depósitos, mayor es la absorción. Es muy importante tener presente que una alimentación variada y equilibrada puede mejorar e incluso revertir la anemia. También es importante conocer que el hierro puede presentarse bajo dos formas en los alimentos: uno que se denomina hem, presente en los alimentos de origen animal, carnes, aves y pescado, y otro denominado no hem, que se encuentra en los vegetales. El hierro de origen animal se absorbe mucho mejor que el de origen vegetal, y la absorción depende de las sustancias que acompañan al alimento. El hierro presente en los vegetales está más influido por la presencia de otros alimentos, como las fibras u otros componentes de la dieta que pueden afectar su absorción. El hierro hem, en cambio, se ve poco modificado por esos factores.