Paraguay ha tenido una larga secuencia de presidentes mentirosos y atracadores que se mantuvieron en el poder sobre dictaduras largas al punto que esta es la primera generación completa de paraguayos que vive en democracia y no quieren que les arrebaten su disfrute y compromiso. De ahí que cuando Horacio Cartes interrumpió la siesta de Asunción el lunes 17 de abril, para dar a conocer su renuncia a la reelección muchos no lo creyeron. Estaban seguros que la carta remitida al arzobispo Valenzuela era una estrategia más de las tantas que ha venido realizando el empresario tabacalero desde su asunción al poder en agosto de 2013. Tuvo que salir a la noche en las redes sociales para que confirmara que había sido él y no un fantasma el remitente de la nota.