Una terminal automotriz de marca italiana y radicada en Córdoba, Argentina, instala una cadena de producción totalmente robotizada. La inversión inicial en las seiscientas unidades de montaje automatizado será pagada a lo largo del plan de negocios de la empresa para los próximos dos años. La cadena agregará un 12% de competitividad a los tres modelos que lanzará al mercado. En el exterior de la fábrica, 400 trabajadores protestan en rechazo al plan de reconversión laboral que los incluye.