Durante la audiencia ante la Comisión Bicameral que investiga el caso Dario Messer, Óscar Boidanich, exministro de Secretaría de Prevención contra Lavado de Dinero (Seprelad), se desligó de su responsabilidad y cargó la culpa a las instituciones encargadas de alertarlos sobre los sujetos sospechosos que ya estaban en la mira del BCP desde el 2003. Pero lo llamativo, es que el exministro ya se desempeñaba desde 2002 como intendente de Supervisiones Especiales, un área dentro de la Superintendencia de Bancos. Cuando el BCP emitió la circular solicitando todo tipo de información a las entidades financieras de las cinco personas, entre las cuales estaban los Messer (padre e hijo), aparece un funcionario público como factor común una pieza clave dentro de las diferentes denuncias.