Los repelentes fueron bastante requeridos en épocas donde se registraban epidemias alarmantes de dengue, zika o chikungunya. Según los datos de la Dirección de Vigilancia de la Salud, del Ministerio de Salud Pública en las primeras semanas de enero fueron un poco más de 1.000 los casos sospechosos, pero recién suman 4 los confirmados.