“El aumento de la educación de las mujeres y las niñas contribuye a un mayor crecimiento económico. Un mayor nivel educativo da cuenta de aproximadamente el 50 por ciento del crecimiento económico en los países de la OCDE durante los últimos 50 años, de lo cual más de la mitad se debe a que las niñas tuvieron acceso a niveles superiores de educación y al logro de una mayor igualdad en la cantidad de años de formación entre hombres y mujeres”. Este párrafo contundente está contenido en el informe “Igualdad de género en educación, empleo y emprendimiento” dado a conocer por la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico ya a comienzos de la década. Este y otros documentos emitidos últimamente por todas las entidades de cooperación internacional que se enfocan en el papel de la mujer en la economía están dejando cada vez más claro que en la medida en que la mujer sea discriminada en la sociedad, menor será el crecimiento de la economía.