Sin ir más lejos Por Cristian Nielsen
Da pena tener que decirlo. Pero mientras nosotros perdemos el tiempo mirando desde la gradería, otros actúan y se benefician. Me refiero al bendito río Pilcomayo, sobre el cual no paramos de hablar, formar comisiones y emitir leyes que hasta ahora no han servido siquiera para estabilizar la entrada de agua por el canal abierto hacia el Chaco.