Está a consideración del Congreso un proyecto de ley que propone la creación de una instancia de “auditoría y transparencia de la función pública”, iniciativa de los diputados Édgar Acosta y Celso Kennedy. La propuesta parecería aceptable si no fuera que en su artículo segundo deja suelta una hilacha al establecer la contratación de consultoras privadas que cuenten -indefectiblemente dice el proyecto- con psicólogos especializados en el área laboral y especialistas en administración pública. ¿Tan inerme está el Estado paraguayo en sus normativas internas como para tener que pagar consultoras privadas? Veamos.