La protesta de alumnos de unas 25 escuelas movilizados en San Pedro de Ycuamandiyú era insólita. No se trataba de exigir la merienda escolar o el apartamiento de alguna directora antipática. Pedían caminos, en especial, vecinales en toda una zona que suponemos debe ser hábitat de pequeños productores. El reclamo iba directo al ministro de Obras Públicas, con una denuncia adicional: en lugar del trazado original que pasaba por comunidades hoy aisladas, el ramal de 127 kilómetros fue rediseñado para unir cuatro establecimientos ganaderos.