Itaipú y Yacyretá tienen la virtud de desatar interminables polémicas que llenan páginas enteras en diarios, horas de televisión, decenas de libros y papers generando encendidas posiciones encontradas. Así estamos desde hace 46 años, cuando se pergeñaron los tratados que dieron lugar a complicados anexos y notas reversales que nos tienen enojados a los paraguayos hasta hoy día. Pero cabría preguntarse si vamos a seguir así ad infinitum o empezaremos a pensar en caminos alternativos que nos saquen del pantano.