Deseos de superación y de buscar desarrollarse como persona de manera integral, motivaron a Ricardo Quintana a emprenderse en este rubro que demanda contacto directo constante con el cliente. Comenzó en su propia casa, en un espacio reducido y fue allí donde descubrió que esto era realmente lo que le apasionaba, y con el apoyo de su mejor amigo y compañero Roger González, quien falleció hace unos meses, decidió abrir su propia empresa hace cinco años.