Fundación Capital, junto con BID Lab y Supplant, están presentando en el país Growth Based Irrigation (riego basado en crecimiento). Una tecnología climáticamente inteligente dirigida a la producción agrícola, para mejorar el rendimiento y ahorrar recursos del pequeño agricultor paraguayo.
Con este sistema apuntan a probar y adaptar tecnología agrícola climáticamente inteligente en cultivos de hortalizas, referente a los desafíos relacionados con el incremento de la población mundial, la seguridad alimentaria y el cambio climático.
Inicialmente se implementará una primera fase en la ciudad de Villeta (Central), donde pretende alcanzar a más de 3.000 pequeños productores hortícolas, inicialmente de tomate.
José Gómez, coordinador de Proyectos de Fundación Capital, indicó que cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) para el 2030 requerirá de una agricultura más productiva, sostenible y sistemas alimentarios resilientes. Por eso, cree que es de suma importancia trabajar con soluciones adaptadas a la agricultura familiar.
FUNCIONAMIENTO
Esta tecnología que sería de cuarta generación, permite hacer el riego de acuerdo a las necesidades de las plantas, sin involucrar el ojo humano. Con este mecanismo se obtiene tres tipos de información a través de sensores: de la humedad del suelo, de las plantas colocando un dispositivo en el tallo que mide la expansión y la contracción de la misma, y después cuando las plantas están más crecidas, se coloca otro en la fruta que mide el crecimiento de la misma.
El otro set de información que colecta el sistema es meteorológica, como temperatura de aire y del ambiente, velocidad, nivel de humedad. Con este cúmulo de información, los dispositivos envían la misma a través de internet a una nube. Luego se procesa mediante inteligencia artificial, con algoritmos que monitorean la necesidad de riego de las plantas. “Es un ciclo cerrado en el sentido de que este algoritmo si detecta que hay necesidades de agua, se comunica nuevamente a través de internet con el controlador de riego que abre las válvulas”, puntualizó Gómez.
Esta tecnología mide en tiempo real las necesidades de las plantas. Eso permite que mediante un riego con el sistema “gota a gota”, se pueda suministrar de acuerdo a las necesidades de las hortalizas, permitiendo obtener más kilos de producto por la reducción del estrés hídrico, utilizando así menos litros de agua y fertilizantes.