Por Mariela Báez
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Almas frías y tímidas no saben ni de victorias ni de derrotas
Los campeones no se hacen campeones en el cuadrilátero; allí solo obtienen el reconocimiento. No es la crítica lo que cuenta, ni lo es quien señala como el fuerte se tambalea y donde el que pega más duro pudo hacerlo mejor. El crédito corresponde al hombre que está en la arena, cuya cara esta estropeada por el polvo, el sudor y la sangre; quien batalla valientemente; quien comente errores y fracasa muchas veces; quien conoce los grandes entusiasmos, las grandes devociones y se desgasta en una causa digna; quien, en el mejor de los casos conoce al final el triunfo de una gran conquista; y quien, en el peor de los casos, si fracasa, al menos fracasa habiendo hecho su mejor esfuerzo, de modo que su lugar nunca estará con las almas frías y tímidas que no saben ni de victorias ni de derrotas