Claudio Sánchez
csanchez@5dias.com.py

Tras la sorpresiva apa­rición de JP Morgan como compañero de fórmula de Bank of América para la estructuración, la ne­gociación y la colocación de los bonos soberanos próximos a emitirse en mercados internaciona­les, Germán Rojas dijo que el criterio que primó para la elección de las entidades contratadas no fue otro sino el precio.
“¡(…) El precio es el que manda! Inclusive, lo que les digo a las entidades insatisfechas por haber quedado fuera es que hay grandes marcas mundia­les llegando a absurdos de –casi- querer pagar para participar”.
Sin embargo, dijo que más allá de la compe­tencia en precios, la to­talidad de los bancos que fueron llamados a pre­sentar ofertas son insti­tuciones internacionales con ránkings de primera línea, lo que permite al Paraguay diversificar y ampliar el espectro de potenciales inversionis­tas que estarían intere­sados a comprar los bo­nos nacionales.

RELACIONES INTERMINIS­TERIALES
Sobre las relaciones con los demás ministerios, Rojas dijo que está todo muy bien y que es abso­lutamente natural que a Hacienda se lo mire como el malo de la pelí­cula, dado que, como los recursos son limitados, las pretensiones de cada una de las dependencias no son plenamente sa­tisfechas, pero reiteró que, dentro de todo, las relaciones interinstitu­cionales son cordiales, y puso como ejemplo a MOPC. “Obras Públicas está funcionando espec­tacularmente, porque entendieron la manera en que deben hacerse las cosas”. En ese sentido, subrayó que es natural que aquellos que ocupan cargos públicos por pri­mera vez vengan con el pensamiento de que las cosas funcionan igual que en el ámbito privado. “Vos en el sector privado tenés toda una organiza­ción que trabaja para vos; yo acá en el Ministerio tengo una organización que trabaja a velocidades distintas”.
Apuntó que también hay que pelear contra los grandes “agujeros”, por los que los recursos se fugan. “(…) Sin contar con que acá vos recaudas en cucharitas y te llevan en camionadas”.

EXPECTATIVAS
Consultado sobre las ex­pectativas que debemos de tener los ciudadanos en general, en base a las expectativas del propio Gobierno, el secretario de Estado aseguró que las cosas van a mejorar, y señaló que depende de nosotros. “Cuidado con generar expectativas; la economía se mueve por expectativas. Si vos pensás que las cosas van a salir mal, entonces van a salir mal”.
Dijo que acostumbra aconsejar a los inversio­nistas extranjeros. ¿En qué lugar del mundo vos podés tener un retorno de tu inversión en cuatro años? ¡No existe eso!”.
Reiteró que el creci­miento promedio de la economía en los últimos diez años es de 5%, por lo que no se puede esperar incrementos del 14% to­dos los años.
Además, mencionó que el dinero que quedó dis­ponible tras la anterior administración está ata­do: créditos, que en lugar de aplicarse se utilizaron recursos de fuente 10 y, por otro lado, los cré­ditos quedaron varados a causa de falta de con­trapartida local, lo cual, sumado al hecho de una débil capacidad de ejecu­ción de los ministerios, evidentemente las cosas aparecen como más len­tas que en otros tiempos.
Sin embargo, destacó el ahorro de US$ 80 millo­nes en las licitaciones de la ruta 8 y la represa del Yguazú, aún cuando para la primera obra existe un incremento del 15% en materia de requerimien­tos.
En ese sentido y al res­pecto de la lentitud de la ejecución de las obras públicas, nos tiene acos­tumbrados, vale recor­dar, que la metodología de trabajo del pool de empresas que, por lo común se adjudican las licitaciones, es la de prestarse o alquilarse maquinarias entre sí, lo cual resulta en la impo­sibilidad de ejecución de dos o más obras de ma­nera simultánea.
Volviendo a las declara­ciones del ministro, su­brayó que hasta abril de este año se han ejecutado en gastos de capital casi lo mismo que en todo el año 2012, que fue un año encuadrado dentro de lo considerado como año normal, y cuyo presu­puesto sería el ideal en materia de déficit.
Mencionó que el Estado no tiene más que cua­tro pilares que los sus­tentan: recaudaciones tributarias, préstamos internacionales, bonos soberanos y el auxilio del BCP a través de los prés­tamos a corto plazo “que es el recurso más caro que tiene el Estado. Y todos están siendo utili­zados al mismo tiempo”.
Finalizó diciendo que esta ventana que se abre hacia un desarrollo sus­tentable, tras la mejora de la calificación de ries­go del país, no permane­cerá abierta por mucho tiempo, por lo que urge aprovechar el momento. No servirá de nada si los parámetros fijados por la Ley de Responsabilidad Fiscal no son sostenidos en el tiempo e implica la participación constante de todos los actores so­ciales, desde el contri­buyente hasta los tres poderes del Estado.
Enfatizó sobre la nece­sidad de trazar objetivos a largo plazo, y dijo que las estadísticas mues­tran que la población si­tuada en una franja etá­rea de entre 12 y 13 años corre el riesgo de dejarse llevar por los vicios y las drogas, mientras que la clase dirigencial debe tomar conciencia de que esta gente será la que se encargue de llevar los hilos del Estado en un futuro no muy lejano o, si se prefiere, que el joven que en abril pasa­do tenía 13 años será el que tenga en sus manos la elección del próximo presidente, y hay que empezar a darle señales de que las cosas están funcionando.