Los primeros días de Dario Messer han sido dolorosos en la celda 8 del complejo penitenciario Gericino en la zona oeste de Río de Janeiro. El recién llegado fue colocado en el peor lugar de la celda cerca del baño. Aun así, recibió la simpatía de los demás reclusos que le prestaron una sábana y una manta para resistir las noches frías, según informa el medio brasileño O Globo. En la celda (D), Dario Messer duerme junto a un prisionero más.