Ayer decíamos que el sistema electoral apesta. Hoy agregamos que es necesario modificarlo para cerrar el paso a delincuentes con densos prontuarios o aquellos aspirantes a candidatos que afrontan procesos judiciales. Es absolutamente imprescindible acabar con listas llenas de personajes que a diario llenan las páginas de noticias policiales y judiciales. Es humillante para el ciudadano tener que elegir entre malversadores, traficantes de influencias, lavadores de dinero, coimeros y financistas de invasiones de propiedades privadas.