La retracción del 7,24% significa unos G. 209.715 millones (US$ 35 millones) menos para los ingresos de esta cartera. Asimismo, sólo 4 de los 16 bancos que componen el sistema vieron incrementos en este sentido y el resto reportó variaciones negativas, mientras que 3 no ofrecen este producto.
El economista Hugo Royg consideró que esta dinámica responde a la postura prudente que asumen los agentes económicos ante la incertidumbre sanitaria y económica. “Los agentes optan por ser prudentes en el nivel de gasto y eso lleva a una reducción de consumo y, por ende, disminución en las tarjetas de crédito. Creo que la reducción se va a mantener mientras los agentes no vean la política económica más clara.”, afirmó Royg.