Los indicadores en economía son algo más que un tablero marcador para saber “cómo va el partido”. Muchos de ellos, la mayoría, sirven para saber qué cosas estamos haciendo bien y en cuáles estamos debiendo una mejor gestión. El ranking “Doing Business” –realización de negocios- del Banco Mundial nos mandó 12 puestos abajo de un golpe, producto de una inveterada costumbre latinoamericana –a la que no escapamos- de volver todo a fojas cero con cada cambio de Gobierno y de virtualmente empezar todo de nuevo.