Entre protestas en la capital e incidentes violentos que culminaron en la postergación de la final de la Copa Libertadores, el presidente argentino Mauricio Macri debe lidiar con la incertidumbre de las delegaciones internacionales, que esperan que las medidas de seguridad a ser empleadas puedan garantizar que la cumbre G20 en la ciudad de Buenos Aires se desarrolle sin inconvenientes mayores.