Y es que en el organismo humano existen unas substancias químicas, llamadas radicales libres, que introducen oxígeno en las células, produciendo la oxidación de éstas, alteraciones en el ADN y, como consecuencia, el envejecimiento del cuerpo.
Los antioxidantes, en cambio, son compuestos químicos que nuestro cuerpo utiliza, para eliminar radicales libres y, de este modo, alargar la vida de las células. Entre éstos destacan las vitaminas C y E, betacaroteno, alfacaroteno, beta-criptoxantina y otros más. Así, una dieta rica en antioxidantes puede ser clave para reforzar nuestro sistema inmune contra todo tipo de infecciones y, en especial, contra el coronavirus. Según la Sociedad Internacional de Inmuno-nutrición (ISIN) cuidar nuestro sistema inmunológico es una defensa extraordinaria frente al contagio de bacterias y virus, incluido el Covid-19.
Mientras me hablaba de estos temas, iba tomando conciencia de que la empresa familiar es un organismo social, que al igual que el organismo humano, sufre los efectos negativos de ciertos radicales libres y los efectos beneficiosos de sus propios antioxidantes. Asimismo, me vinieron a la mente tantas empresas capaces de superar situaciones difíciles y tantas otras que desaparecían al menor envite de una crisis.