La pregunta que siempre me hice y nunca logré una contestación satisfactoria es la siguiente: “¿Por qué nosotros, los seres humanos, ponemos tanto empeño en frenar y limitar la obtención de bienes reales y tangibles, tales como alimento u otros?” Muchos de estos frenos y limitaciones, a mi humilde juicio son innecesarios y perjudiciales para el país y la sociedad toda, y cuando los veo y los siento exagerados, me da la impresión que nos gusta someternos a un peligroso masoquismo.
Columnas
De la escasez a la abundancia
La existencia de una abundancia de bienes y servicios no le puede dañar a nadie, puesto que baja sus precios, disponibiliza alimentos, bienes no alimenticios y servicios para todos, ingreso de divisas, incrementa las recaudaciones de impuestos, aún manteniendo las mismas tasas impositivas, genera empleo, ingresos y oportunidades para muchos, como contrapartida es imprescindible eliminar las trabas burocráticas, frenos y limitaciones productivas.