El presidente serbio, Aleksandar Vučić, ha salido en defensa de su connacional y ha movido hilos para que su ídolo sea trasladado del “infame” hotel en el que se encuentra a una casa particular, a la espera de la decisión que adopten las autoridades judiciales australianas el próximo lunes, que tendrán que pronunciarse sobre las presuntas irregularidades que presenta el visado del tenista. El máximo representante político de los serbios ha afirmado que, contra Djokovic, se está llevando a cabo una campaña política, liderada por el primer ministro australiano Schott Morrison: “Todos tienen claro de qué se trata de este asunto. Es un auténtico acoso político que va a continuar porque no tienen otra forma de hacer triunfar su plan”. Se refiere, como es lógico, al plan de vacunación masiva y universal.
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Djokovic desafía al totalitarismo de la salud
Al momento de enviar esta columna a impresión, Novak Djokovic se encuentra solo en su habitación de Park Hotel en Melbourne, retenido contra su voluntad por el gobierno australiano a la espera de que se pronuncie la justicia. Se encuentra aislado, sin posibilidad de verse con los miembros de su equipo y sin su equipaje, que permanece en el aeropuerto.