Durante las primeras semanas de enero, más de 50 jefes de Estado o de gobierno, así como 600 líderes de las principales empresas del planeta dieron cita en Davos, como parte de un nuevo encuentro del Foro Económico Mundial. Grandes temas estuvieron sobre las mesas de discusión: apuntalar una economía global tambaleante, impulsar acciones efectivas contra el cambio climático, la inclusión social y la lucha contra la pobreza. Y los avances han resultado relativos ante la emergencia mundial.
Entretanto, la juventud que comienza a incorporarse a la economía productiva y a la que, con seguridad, le tocará lidiar con los mayores efectos de la recesión global, ya está dispuesta a asumir el desafío que el futuro le plantea. De acuerdo con un estudio de Dell a más de 15 mil jóvenes adultos (entre 18 y 26 años), casi la mitad (47%) estarían dispuesto a sobrellevar limitaciones económicas a corto plazo, como un menor crecimiento del PIB de sus países, si los responsables políticos invierten en una estrategia a largo plazo que promueva el crecimiento sostenible.
Estos indicadores son un llamado de atención para el liderazgo en las instituciones públicas y las organizaciones de todo el planeta. Y es que, para los jóvenes de la Generación Z, la tecnología es un habilitador del cambio social hacia el crecimiento económico, una mejor provisión de los servicios de salud y educación, y entornos más inclusivos y sostenibles. Esto quedó claro en la opinión de los más de 15 mil jóvenes consultados, con participación de representantes de Brasil y México, para quienes los desafíos del futuro tienen prioridades claras:
La clase política en tela de juicio