En vísperas de la Navidad de 1972, un terremoto de magnitud 7 destruyó gran parte de Managua dejando por lo menos 10.000 muertos. A partir de allí, la ayuda internacional que fluía hacia el país fue capturada por la dictadura de Anastasio Somoza dando origen a varias fortunas personales mientras el pueblo sufría hambre, muerte e intemperie. Fue como un chorro de oxígeno a una fragua. El país ardió en descontento y la guerrilla sandinista de los Ortega inició una implacable persecución al régimen represivo y corrupto de “Tachito” Somoza hasta lograr su caída en 1979. El mundo celebró aquel derrumbe, mientras “Tachito”, como todo tirano cobarde, buscaba seguridad en el exilio.
Columnas
Nicaragua: Años de fuego
Los años ’70 del siglo pasado fueron particularmente intensos para los nicaragüenses.