Debe ser muy difícil convencer a un inversionista extranjero de que instituciones como la Dirección Nacional de Catastro y Registros Públicos y el Sistema Nacional de Catastro y Registros Públicos aún no existen legalmente porque el Congreso tiene en estudio varios proyectos de ley con los que se busca crearlos. Así como suena. Y no es poca cosa lo que se intenta poner en marcha con estos institutos. El Sinacare, por ejemplo, tiene por objeto “mantener y preservar la unidad y coherencia del ejercicio de las funciones catastrales y registrales referidas a los inmuebles de todo el país”. También apunta a “adaptar sus procesos institucionales para mejorar la compatibilización e intercambio de información de las bases de datos catastrales y registrales…”. ¿Pero, se preguntará el inversionista, cómo me garantizan que mi propiedad va a estar correctamente titulada y que nadie va a reclamarla como suya…?
Editorial
El catastro que sigue ausente
La persistente inexistencia de un sistema de registros catastrales moderno le da a la propiedad en el Paraguay un tono de inestabilidad.