Los políticos, como las enfermedades oportunistas, esperan la coyuntura para meter un bocadillo esperando sacar rédito electoral. El menú preferido por los mediocres -por ser elegantes- es el que invita a la opinión pública a escandalizarse por la deuda contraída por el Gobierno, el actual o el que sea. “La van a pagar nuestros nietos” se escucha a menudo. ¿Y? La generación actual es nieta de alguna anterior que tomó la deuda que estamos pagando nosotros.
Editorial
Endeudarse no es malo “per se”
Endeudarse no es malo en sí mismo si se usan los recursos para el desarrollo y la mejora de la calidad de vida.