En lo que va de 2022, el flujo de granos rumbo al mercado brasileño sufre retrasos a causa de un conflicto laboral dentro de la Receita Federal y del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento (MAPA), ambos con injerencia en el comercio bilateral. La tranca comenzó en diciembre y no parecían haber una solución a la vista. De los 500 camiones pesados que históricamente atraviesan a diario la frontera en uno y otro sentido, el movimiento cayó a 150 o menos. Este frenazo provocó toda clase de inconvenientes, en especial, sobrecostos operativos por demoras, alteraciones en el ritmo de contratación desde el exterior y hasta cancelación de algunos pedidos.
Editorial
Inaceptables trabas en frontera con Brasil
¿Quién paga a los exportadores los sobrecostos y el lucro cesante producto de penalizaciones y cancelaciones de contratos?