La idea es buena, pero más vale que funcionen todos los mecanismos de transparencia y control. La primera, para garantizar que en la adjudicación no se cuele algún prestanombres del poder. Y la segunda para asegurar que el servicio de mantenimiento sea prestado en tiempo, forma y con la calidad exigida en los términos de adjudicación.
Editorial
La concesión es buena pero…
La idea de concesionar obras es buena, pero sólo si funcionan todos los mecanismos de transparencia y control. La primera, para garantizar que en la adjudicación no se cuele algún prestanombres del poder. Y la segunda para asegurar que el servicio de mantenimiento sea prestado en tiempo, forma y con la calidad exigida en los términos de adjudicación.