Durante los días de la dictadura estronista (1954-1989) existió un mecanismo denominado comisión mixta del azúcar que dictaminaba cuánto costaba producir un kilo en los ingenios locales. La trampa consistía en calcular el costo a partir del ingenio más viejo y obsoleto al que, por supuesto, le resultaba más caro el proceso. De esa manera, los establecimientos más modernos y eficientes se beneficiaban con un plus.
Editorial
No es posible negociar con velociraptors
El drama se resolverá como siempre, cediendo al chantaje y echándole de comer al monstruo a costa, una vez más, del ciudadano rehén.