Una de las primeras intervenciones viales importantes que se intentó en Asunción a partir de 1990 fue un paso a desnivel en la intersección de Perú y Pettirossi. La obra habría descongestionado el tránsito en un cruce clave. Pero fue tal la oposición de los comerciantes que finalmente la administración municipal tuvo que desecharla aun teniendo listos todos los cálculos, diseños y financiación. Otros proyectos similares quedaron por el camino. El Metrobus, tras ser consensuado con los frentistas, fracasó por otras razones nunca del todo aclaradas pero que emanan fuerte tufo a corrupción. Por esto o por aquello, es muy alta la resistencia al cambio que presentan generalmente los asuncenos al olfatear obras que puedan alterar su día a día.
Editorial
¿Obra de progreso o tortura vecinal?
Si una obra pública problematiza su entorno pierde legitimidad y se transforma en una amenaza en lugar de ser un factor de desarrollo.