Los analistas no cesan de advertir que el endeudamiento externo está creciendo a ritmo sostenido y aunque todavía es uno de los más bajos del continente -en términos absolutos y relativos-, la dimensión de la economía no da para seguir subiendo. Entonces la pregunta obligada es: si no es prudente aumentar la toma de deuda y si no hay manera de acelerar la recaudación legítima, ¿Cuál es el tercer camino para evitar un déficit fiscal ruinoso? Existe ese camino pero ningún político se anima a emprenderlo. Se llama achicamiento del gasto público. Han ensayado algunas formulitas: recortar viáticos, combustibles y fruslerías por el estilo. Pero le huyen como a la peste las podas salariales. Si tuvieran un poco de valor cívico y compromiso ciudadano encontrarían dónde meter el bisturí.
Editorial
Oficinas públicas inútiles y parasitarias
El Estado paraguayo está lleno de oficinas como estas: inútiles y parasitarias. A ver cuando se animan a acabar con ellas.