Uno de los nuevos “indeseables” es el señor Edgar Melgarejo, quien fuera presidente de la Dirección Nacional de Aeronáutica Civil (DINAC). A Melgarejo se le había abierto un proceso en la justicia por la adquisición de tapabocas durante la emergencia sanitaria, contrato que implicó -según la investigación- un abultado sobrecosto sobre dichos materiales de prevención. El proceso fue frenado con una serie de chicanas jurídicas y la última diligencia, para Melgarejo y otros seis imputados, debería cumplirse el próximo 28 de este mes ante el juzgado de garantías de Rossana Carvallo.
Otro de los inelegibles para visa es Jorge Bogarín Alfonso, de dilatada carrera diplomática a la cual se incorporó en 2002 como funcionario de la dirección de Organismos Económicos Multilaterales del ministerio de RR.EE., especialmente en el Centro de Referencia de la Organización Mundial del Comercio (OMC). También sirvió en la Dirección de Asuntos Legales. Finalmente, Vicente Andres Ferreira, el tercer indeseable de la embajada de EE.UU., se vió envuelto en una investigación por presunta producción de documentos no auténticos en San Pedro de Ycuamandiyú.
Una vez más, la justicia paraguaya recibe una nueva “condecoración” internacional por su lentitud e ineficiencia en castigar delitos como interferencia en las investigaciones judiciales cometidas por funcionarios públicos en beneficio propio.