Animado por la esperanza de que las vacunas restablecerán la confianza de los consumidores en la aviación y potenciarán la demanda acumulada, él está preparándose para registrar una ganancia para mediados de año, algo que es muy necesario después de pérdidas récord de US$12.390 millones en 2020. La compañía vio una mejora a fines del año pasado: redujo a la mitad su salida de efectivo del tercer al cuarto trimestre, y las pérdidas netas del cuarto trimestre de US$755 millones fueron muy inferiores a las de American y United, ambas de alrededor de US$2.000 millones.
Pero Delta y sus competidores aún esperan un camino lleno de baches. “Siempre es más oscuro antes del amanecer, y ahí es exactamente donde estamos”, dice Bastian.