Aunque la crisis de la COVID-19 está sacudiendo el mundo entero, los países en desarrollo de bajo ingreso (PDBI) tienen especial dificultad para hacerle frente. Han sufrido el duro golpe de los shocks externos y, al mismo tiempo, están experimentando graves contracciones internas a raíz de la propagación del virus y las medidas de confinamiento desplegadas para contenerlo. Al mismo tiempo, las limitaciones de recursos y la debilitad de las instituciones restringen la capacidad de los gobiernos de muchos PDBI para apuntalar la economía.
Columnas
COVID-19: Sin ayuda, los países en desarrollo de bajo ingreso se exponen a perder una década de progreso
Los extensos sectores informales, la débil capacidad institucional y el hecho de que los registros de los pobres están incompletos dificultan la tarea de llegar a los necesitados.