No creo que a nadie razonablemente sensato le queden dudas de que la capacidad de adaptarse a nuevas circunstancias, por más adversas que sean, es lo que nos permite seguir adelante, creciendo. El éxito –o los muchos golpes de suerte–, cuando llega, es como un vaso de agua, para aliviarnos, hidratarnos y permitirnos seguir adelante: no es el camino, ni la meta (aunque, sin dudas, ¡quién no quiere tener asegurado un termo de agua fría esperándole en el próximo descanso!).
Columnas
Mariposas exitosas
¿Sabían que las mariposas pasan por cuatro transformaciones en su vida para llegar a desplegar todo su esplendor? Y ustedes, ¿cuántas veces están dispuestas a cambiar para alcanzar sus ansiados objetivos? Les pregunto a ustedes, porque yo ya tengo una respuesta: todas las que sean necesarias.