Cuando Mauricio Macri llegó al Gobierno a fines de 2015 se encontró frente a un pasivo energético que estaba a punto de poner de rodillas a Argentina. Los apagones y caídas en las redes eran cosa de todos los días y las pérdidas sumaban millones cada hora. Sin duda, el Gobierno entrante llegaba con un plan para revertir el inminente colapso y tenía que actuar rápido y bien.