Nuevas formas de comprar, vender y pagar
La innovación marcha siempre diez pasos por delante de la rutina. Frente a eso, hay pocas opciones: entenderla y sumarse, o resistirse y ser arrollado".
Según Hays, compañía líder mundial en la selección de personal, el 30% de las empresas españolas han cambiado en 2018 personal por alguna función tecnológica. Al frente de esta tendencia marchan los bancos, que “emplean una mezcla de inteligencia artificial, algoritmos, ‘bots’ y un sin número de tecnologías, combinación de ‘big data’ y ‘machine learning’, que han redundado en un aumento en la productividad del sector financiero, pero sobre todo han permitido realizar un análisis profundo sobre los riesgos y las necesidades de cada uno de los clientes” (El futuro de la automatización bancaria, BBVA 2019).
La velocidad de transformación del sector financiero no tiene visos de moderarse sino todo lo contrario. Las nuevas formas de realizar transacciones comerciales online aprovechando las plataformas digitales estimula la creatividad en los operadores que conforman un mundo que produce innovación a paso acelerado.
No existen límites para lo que se puede hacer con una tarjeta de crédito, un Smartphone y una plataforma en la que se transan bienes y servicios. Un ejemplo cercano es Mercado Libre, dedicada a transacciones entre usuarios inscritos a su servicio por Internet. ML tiene un valor de mercado de US$ 20.000 millones, equivalente a los seis bancos más grandes Argentina más YPF, la petrolera estatal. ML reúne compras, ventas y pagos en su portal que ya se extendió a todo el continente empleando a más de 7.000 personas e innovando de tal modo las operaciones que ha dejado pedaleando en el aire a los vetustos sindicatos bancarios argentinos que se resisten a la nueva ola tecnológica.
La innovación marcha siempre diez pasos por delante de la rutina. Frente a eso, hay pocas opciones: entenderla y sumarse, o resistirse y ser arrollado. O quedarse al margen y languidecer.